DE VISITA: Instituto Superior de Formación Docente y Técnica No 91
La visita de esta edición es especial, porque además de conocer el ISFDyT de nuestra ciudad compartimos una entrevista que fue realizada por una alumna del Profesorado de Educación Primaria.
El Instituto Superior de Formación Docente y Técnica N° 91 “René Favaloro” nació en el año 1988 como Anexo del Instituto Superior de Formación Docente N° 2, de la ciudad de Azul. Su primer Regente fue el Doctor Claudio Minellono. En el año 1991 se logra la autonomía creándose el Instituto Superior de Formación Docente N° 91. En ese momento la Directora era la profesora María Celia Garat. Desde el año 1998, la institución estuvo a cargo de la profesora Alicia González quien se jubilo recientemente.
Actualmente la Dirección está a cargo de la Profesora Analía Plumez, con quien conversamos en nuestra visita y destacó que “el Instituto contribuye a la formación de los estudios superiores por lo tanto se busca una formación académica de calidad. En general funcionan carreras que tienen que ver con la formación docente y técnica“, Analía además hizo especial hincapié en que: “Siempre se busca responder a demandas y necesidades socio productivas de la comunidad; sin olvidar que son carreras con validez nacional, es decir tienen inserción laboral en todo el país.
Las carreras que se dictan en la actualidad son: Profesorado de Educación Inicial, Profesorado en Enseñanza Primaria Profesorado de Educación Física, Tecnicatura Superior en Enfermería, Tecnicatura Superior en guía de Turismo”.
Tal vez tu futuro o el de alguien que conozcas está en el Instituto porque la vocación se descubre en el camino, experimentando, probando, errando, ensayando, transitando; y tener la oportunidad de hacerlo en nuestra comunidad con una formación de calidad es fantástico, es por eso que nuestra visita tiene sabor a recomendación
Desde la cátedra de Práctica 1 del Profesorado Educación Primaria a cargo de la Profesora Victoria Radivoy se realiza una experiencia social en la que el/la futuro/a docente se vincula con la comunidad. En este caso, se está trabajando en un programa de radio y en entrevistas a formadores culturales que desarrollan sus actividades en Tapalqué. Compartimos una de las entrevistas realizada por la alumna Ailín Peralta Sobré.
Catalina Monzón: vivir para el Taekwondo
Catalina es la responsable de la organización argentina de taekwondo filial Tapalqué y actualmente dicta clases en la Sociedad Italiana.

¿Cómo inició su actividad?
Empecé desde muy chica, estudié con mi maestro Julio Rossi. En el año 93 me recibí de cinturón negro. Después me casé, tuve mi hijo y por cuestiones familiares tuve que dejar un tiempo. Volví a practicar taekwondo para acompañar a mi hijo y nos entusiasmamos mucho, entrenábamos casi todos los días.
Después llegó ese deseo de dar clases. Comencé mi primera escuela en General Alvear, hace 11 años que trabajo allá y a partir del segundo año vine a Tapalqué y vino también mi maestro. Era una ciudad muy complicada para la actividad, como que no funcionaba el taekwondo en Tapalqué, pero bueno me dije voy a probar a ver qué pasa.
¿Cuanto tiempo te llevó la formación?
-Mirá, yo tengo la categoría de cuarto Dan, que lleva muchísimos años. En realidad, el practicante de taekwondo es practicante toda la vida.
¿Para quiénes va dirigida su actividad?
Para todo el mundo que quiera aprender. A partir de los 3 años nosotros empezamos a dar clase; en esa primera etapa aprenden todo a través de los juegos.
¿Qué es lo que más le gusta de su actividad?
Lo que más me gusta es el tiempo de preparación, tener un objetivo para cumplir. Cuando el objetivo lleva mucho esfuerzo y sacrificio y llega el día de ponerse a prueba, y se logra, es un premio enorme. Lamentablemente, a veces falla y queda la bronca porque no alcanzó lo que hicimos. Pero no hay que bajar los brazos, hay que volver a intentarlo, mejorar. Porque ganar es muy lindo pero perder también es una gran enseñanza.
¿Cuánto tiempo le dedica de su vida?
El 80% de mi tiempo, el 20% restante lo dedico a mi casa, a mi hijo, a mi familia. Vivir para el taekwondo realmente es algo muy lindo, pero te lleva mucho tiempo, es un gran compromiso. Tal vez cuando era joven no lo entendí, pero cuando decidí volver a taekwondo y realmente tomarlo en serio, dije esto no lo dejó nunca más.
Trabajo en Tapalqué, también en Alvear, en Las Flores con mi hijo que ya es grande. Tenemos la sede también en Saladillo. Realmente estamos muy contentos con el desarrollo de la escuela.
¿Qué cree que aporta a la comunidad su actividad?
Creo que ha aportado salud y bienestar. Creo que a la parte deportiva ha sumado muchísimo para la actividad de la ciudad, porque los chicos han competido muchísimo y en todos los niveles y eso creo que aportó en lo que es comunidad.
¿ Un alumno fue deportista del año?
Bautista Sinzato, participaba en muchos torneos internacionales, pero principalmente ese torneo en la Copa del Mundo 2015 en Río de Janeiro, salió campeón en forma y subcampeón en lucha. Ese año fue premiado como mejor competidor del año por la noche de los elegidos acá en la ciudad. En el 2013 también participamos de la Copa del Mundo que se hizo en Argentina, que fue el primer torneo internacional que nosotros participamos y la escuela era muy nueva, pero realmente nos fue muy bien y ahí tuvimos como competidor a Sabón Ivan Olmos, que salió subcampeón en forma entre 47 competidores en una categoría enorme. Marisol Peralta también salió subcampeona en combate y Jennifer Aguilar, que era muy chiquita, que es la Sabón que está ahora, tenía 7 u 8 años en la categoría infantil también salió segunda. Ese año fue muy bueno. Después vinieron muchísimos otros torneos internacionales. Fuimos a Foz Iguazú, Brasil. Y también tuve a Gastón Gómez Benítez que fue campeón allá y Lucas Ruiz en el Panamericano, ahora 2019 fue el último torneo internacional.
Creo que lo conseguimos por la experiencia que tienen los chicos, y creo que a pesar de lo difícil que son los torneos, ya saben lo que tienen que hacer más allá del resultado. Es un equipo con el que se fue trabajando intensamente en la parte humana, de estar siempre acompañando y trabajar juntos, no solamente los que competían, sino también los padres de los alumnos.
¿Cómo ve los frutos de su trabajo en el futuro?
Lo importante es el respeto. El respeto no solamente hacia mi persona o hacia las personas que trabajan conmigo, sino también el trabajo que hacemos al tiempo que le dedicamos. Creo que eso es fundamental. El día que yo no pueda viajar no podré dar más clases y el taekwondo seguramente seguirá en otras manos. Yo nunca pensé en ser instructora de taekwondo, la vida me fue llevando y me puso en ese lugar. Fue mi destino, el taekwondo fue el lugar donde encausar todos mis caminos. Realmente creo que ha sido bueno porque le sirvió a mucha gente para cambiar su vida, también para confiar en ellos. Tengo competidores que nunca habían viajado y con el taekwondo conocieron el mar, las Cataratas, otro país, viajaron en avión y cosas que nunca se imaginaron que iban a hacer y esas pequeñas cosas hacen feliz a una persona. El día de mañana aunque no se dedique a taekwondo lo va a recordar con una de las mejores cosas de su vida. No solo eso también superar su miedos o sus límites, alcanzar sus sueños. Por supuesto exige compromiso, esfuerzo y sacrificio. Creo que durante estos años he tenido mucha gente con un gran compromiso y por eso se logró lo que se logró. Creo que Tapalqué, como decía mi maestro, sorprendió en el taekwondo y sorprendió mucho por la gran necesidad de la gente de cumplir, de cumplir su sueño, que tal vez tenían, pero no sabían dónde encauzarlo. Y tuvieron un lugar, éste, y bueno, seguramente habrá nuevas generaciones que van a querer lo mismo. Los sueños siempre están.